Confesiones de la Vane

Atención, lo que estáis a punto de leer es una reproducción de una conversación real. Esta mujer existe, no es fruto de mi imaginación.

Tumbado boca abajo en la camilla:

- ¿Es tu primera vez?
- Sí…
- ¿Y cómo es que te ha dado por ahí?
- Mira… como ahora viene el buen tiempo y el solete…
- Hombre, pero por algo será, yo no voy al gimnasio para sentirme mejor. Lo harás por algo, ¿no?
- …

Ahora viene lo bueno:

- Pues sí. Me he apuntado al gimnasio y la verdad es que me levanto con ganas. Voy a las seis y media y después me voy a trabajar, a las diez. La verdad es que al principio me daba un poco de palo, eso de levantarse tan temprano y tal… un coñazo. Pero ahora tomo cafeína, unas pastillas, y la verdad es que me ayuda bastante.
- ¿Durvitan?
- No, son unas con receta. Cuando voy al ginecólogo, le robo unas cuantas, que las tiene por allí encima. Luego en casa, como tengo la plantilla en el ordenador, copio la receta. Eso sí he mirado la cantidad en Internet, no vaya a ser que me digan algo en la farmacia…
- O que estés tres noches sin dormir…
- Bueno, eso ya me pasa. Empiezo a sudar en la cama y no puedo dormirme. Creo que es el lado de la cama. Tengo que cambiar de lado de la cama.
- Vaya…

Suena la corneta. Cambio de tercio:

- ¿Y tú tienes coche?
- No. Cuando lo necesito cojo el de mis padres. Con la moto voy a todos lados…
- Sí, en Barcelona el coche es una mierda. Mi padre tiene varios parkings y me deja uno.
- Ah, entonces está bien.
- 200€ me pedía. ¿Qué quiere, que pague más parking que coche? Pero vamos, que no te pienses que tengo un coche guapo. Tengo un 405, un Peugeot. Así, maquinero, con unas pegatinas del Pont Aeri i del Activa.
- Pero te lleva a todos lados
- Sí, eso sí. Pues menuda mierda el Activa. Me rayé a las tres y le dije a mi hermano que nos íbamos a casa. A sus colegas los dejé allí porque en mi coche no quiero borrachos, que luego te potan y dicen que no han potado.
- Es la jodienda de ir a estos sitios, que hay que pillar el coche…
- Ah bueno, eso a mí me da igual. Pero vamos, que al Activa no vuelvo, lo que pasa es que del Pont me echaron en carnaval y me han dicho que esté un par de semanas sin ir. El portero moro, el Hakim. Menudo hijo de puta… Mis amigos le preguntaron la semana pasada si ya podía volver y les dijo que me esperara un poco.
- Pues vaya…
- Pero eso sí, al Activa no vuelvo. Me sentía una extraña, no conocía a nadie. En el Pont me siento como en mi casa. Pues bueno, esto ya está.