El rey por dos euros

Michael Jackson En Estocolmo, junto a Konserhuset, hay un pequeño mercadillo. En la mayoría de los puestos parece que el propietario ha vaciado el trastero de mierda y chatarra que él no necesita y puede que alguien, váyase usted a saber pa’ qué, sí.

Algunos de los puestos tenían vinilos y me hice con un par de Pink Floyd - Wish you were here y un single de The wall – por veinte coronas cada uno (unos dos euros).

Cuando pensaba que eso era lo único que iba a sacar en claro de aquel tenderete, tócate los huevos Mariloli, descubro al final de una pila de discos de ABBA el vinilo de Bad, de Michael Jackson. Vuelvo a mirar el cartel. Sí, sí: veinte coronas. Miro detrás del Bad y Michael me saluda enfundado en un traje blanco-chuloputas desde la portada de Thriller.

A mí Michael me la sopla por delante y por detrás, pero coño, en Thriller hay temazos y hoy ya no es sólo música.

Puede que el hombre no supiera que el que olvidó que era un nigger está muerto. Puede que ni siquiera supiera quién coño era Michael Jackson. Los suecos son así.

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