Estaba George cenando con una marquesa, en una cena de la alta sociedad victoriana, y le preguntó: “Milady –estaban haciendo bromas de sociedad- , ¿se acostaría usted con alguien por diez millones de dólares?”, y milady contestó: “Por diez millones de dólares me lo pensaría seriamente.” Entonces Bernard Shaw añadió en el acto: “Le doy dos dólares.” La marquesa, escandalizada, gritó: “¡Por quién me toma!”, y Bernard Shaw sentenció: “Eso ya ha quedado claro. Ahora vamos a discutir el precio.”
Extraído de Sabina en carne viva
0 comentarios :: Un paréntesis ruidoso
Publicar un comentario