El fin de las cosas

Que bajón de lunes. Con un cielo que amenaza lluvia, el regreso en el trabajo de muchos de los que se habían ido de vacaciones - y yo, que por mi condición de Kunta Kinte(*) no me he ido - la jodienda de pensar que el día 1 empiezo un curso y que en apenas un mes volvere a pisar las clases de la universidad...

Ayer terminé los Pilares de la tierra, la novela más extensa a la que le había plantado cara. Después de compartir cada noche un rato con Jack y Aliena entre patíbulos y presbiterios... presiento que hoy los voy a echar de menos. Me costó meterle mano, pero al final ha resultado un enganche solamente comparable al de los Doritos Tex-Mex, que según un amigo, llevan ketamina: no puedes comerte uno y dejarlo.

Encima el día ha empezado mal desde el principio: me he preparado el desayuno , me he sentado frente a la tele y cuando le he dado al ON, he comprobado con horror como en lugar de la final de 4 x 400m, los que aparecían al otro lados eran los Lunnis. Y entonces me he acordado de que han acabado los juegos olímpicos. ¿Qué veré ahora mientras desayuno/como/ceno? Hacía tiempo que no me enganchaba delante del televisor, por mi parte lo pueden enterrar en el fondo de un armario hasta dentro de otros cuatro años.

Y para acabar este maravilloso lunes, el tiro de gracia...




Por cierto, el sábado vi El caballero oscuro, el tal Heath Ledger este se puede ir a cagar y cuando vuelva, comerle los huevos a Jack Nicholson.


*becario

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